miércoles, 3 de octubre de 2012

5 cosas que debemos saber sobre cambio climático y una propuesta


¿Qué es cambio climático?

Para la Organización de las Naciones Unidas se entiende cambio climático como “un cambio de clima atribuido directa o indirectamente a la actividad humana, que altera la composición de la atmosfera mundial”. Otras definiciones, como la proporcionada por la NASA, señalan que el cambio climático es un cambio a largo plazo –ya sea en la totalidad del planeta o en una región- abarcando aspectos como la temperatura, la humedad, la lluvia y el viento, lo que se asocia -según la investigadora Margarita Caballero- con cambios en la actividad solar, las corrientes oceánicas, la actividad volcánica o geológica y la atmósfera.

¿Qué es el calentamiento global?

Por calentamiento global nos debemos referir al aumento de la temperatura media en la tierra a partir de los crecientes niveles de gases de efecto invernadero, en cuyas consecuencias se puede observar: la desaparición de glaciares, un aumento considerable en los niveles del mar, disminución de la productividad agrícola y de la disponibilidad de agua, extinción acelerada de especies, entre los efectos principales.

¿Cómo afecta a las sociedades humanas el cambio climático?

Las consecuencias pueden ser previsibles pero no la magnitud, es decir, el alcance que pueda tener el cambio climático en la vida de las personas y en la reconfiguración de las sociedades. Los riesgos van desde la propia extinción cultural pasando por la migración masiva hasta la polarización y confrontación de sociedades por recursos naturales. Si bien ya hemos empezado a ver algunas consecuencias como conflictos por recursos naturales, la economía a escala mundial parece dejar de lado el problema de la escaces.

¿Cómo afecta al medio ambiente el cambio climático?

Bien es sabido que los hielos se están derritiendo, que los niveles de los mares han aumentado, que la temperatura promedio global ha subido un grado y con ello se han hecho más intensos los fenómenos meteorológicos y sus efectos como las sequías, los huracanes, las inundaciones entre otros. La cuestión central de esta pregunta, no es si hay un cambio en el medio ambiente, pues efectivamente lo hay, la verdadera pregunta esta en ¿cómo afectará al ecosistema global los microcambios provocados en las diferentes regiones del planeta? Es decir, ¿qué efecto tendrá la extinción de ciertas especies animales para la cadena alimenticia local? ¿Qué impacto tiene la reducción de recursos como el agua para la fauna silvestre? ¿Cómo se configurarán los servicios ambientales a partir del deterioro de sus componentes?

¿Qué se ha firmado a nivel mundial sobre cambio climático?
Según la ONU, la degradación del medio ambiente se incluyó por primera vez en la agenda internacional hacia 1972 cuyo resultado devino en el PNUM (Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente) que se mantiene hasta nuestros días como el principal organismo en la materia. 

Hacia 1992 se dio la Cumbre para la Tierra, donde se aprobó el programa 21, definido como un plan de acción para que el mundo adopte un modelo económico basado en la protección y renovación de los recursos ambientales. Posteriormente en las Cumbres de los años 1997 y 2002 se firmarían cuestiones relativas a las actividades como la minería y la rama industrial así como la generación de energías renovables.

En 1997 los países industrializados firmaron el protocolo de Kyoto, a comparación de tratados anteriores, este es jurídicamente vinculante, entró en vigor en el año 2005 y cuyo fin es la reducción de las emisiones de gas invernadero en un 5.2% entre los años 2008 y 2012.

Tanto en 2009 como en 2012 se celebraron convenciones de la ONU en Copenhague y en Rio, ambas fueron calificadas por los ambientalistas y la sociedad civil como un fracaso, ya que eran cartas de buenas intenciones y no documentos vinculantes.

¿Qué podemos hacer nosotros?

Para nadie es novedad observar familias de osos que llegan del campo a la ciudad en busca de alimento y agua, Monterrey es un ejemplo, como también los son las poblaciones de pumas comiéndose el ganado en las granjas de argentina o las constantes lluvias en meses inusuales ¿qué hacer? Es trillado decir que toda acción comienza con uno mismo muy a pesar de que esto es cierto, la cuestión es que uno se pregunta ¿de qué sirve separar la basura si el vecino no lo hace? ¿De qué sirve apagar la luz si el de enfrente siempre deja todo prendido? ¿Para qué utilizo la bicicleta si el auto es más cómodo y menos peligroso? ¿En qué beneficia el que utilice transporte público si hay fabricas que siguen contaminando? 

Es cierto, existen cambios estructurales que no nos ayudan o incentivan pero es un hecho que pequeñas acciones coordinadas pueden dar mejor resultado, para exponer esto, propongo desde esta pequeña trinchera, la creación de comunidades ambientalistas digitales que puedan coordinar pequeñas grandes acciones a la distancia ¿cómo conformarlas? 

Sin necesidad de salir de casa y a grandes distancias podemos convocarnos constantemente mediante las redes sociales a realizar acciones en pro del medio ambiente ¿cuáles acciones pueden ser? Desde utilizar una hora menos la computadora para el ocio, revisar el estado de los electrodomésticos y si es necesario que estén conectados, no utilizar el auto una vez a la semana, labores de reciclaje doméstico, pequeños manuales con tips ecológicos, existen infinidad de cosas que uno puede realizar desde el hogar, es simple pero es cierto que muchas veces lo contradictorio reside en que nos falta voluntad, tiempo e imaginación, usualmente pensamos que el medio ambiente se desarrolla más allá de las ciudades pero no hay que olvidar que inicialmente nosotros nos desarrollamos en los muros de la naturaleza y que por lo tanto estamos a expensas de sus grandes cambios.

1 comentario:

  1. Como siempre resulta muy acertada tu colaboración. Me parece que se nos olvida que el cambio cultural comienza con el cambio de hábitos de nosotros mismos y que podemos contagiar a las personas de nuestro alrededor, de nada sirven las grandes campañas comunicacionales, las políticas ambientales y los movimientos educativos si el mensaje y las pequeñas-grandes prácticas no son interiorizadas.

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